Hay aprendizajes que se quedan para siempre. Para muchos niños, el primer contacto con el mar, con un delfín o con la naturaleza puede despertar una sensibilidad que guíe toda su manera de ver el mundo. Delphinus lo sabe, y por eso ha construido durante años un modelo de experiencias que combinan diversión, seguridad, bienestar animal y educación ambiental.
Mientras muchos viajeros ven “un nado con delfines”, Delphinus lo vive como una oportunidad para enseñar, para formar nuevas generaciones conscientes, respetuosas y curiosas por el planeta azul que compartimos.
Los primeros años de vida son donde los niños desarrollan su vínculo con el mundo natural. Está comprobado que los pequeños que tienen interacciones positivas con la fauna y el ambiente crecen con actitudes más responsables, empáticas y comprometidas con la conservación.
En un contexto donde los océanos enfrentan retos como el plástico, la pérdida de hábitats y el calentamiento global, enseñar desde temprano es crucial.
Educar no es solo transmitir información; es inspirar. Y eso ocurre cuando los niños conectan emocionalmente con la vida marina.
Cuando un niño observa, aprende y convive en un contexto responsable como Delphinus, adquiere valores que lo acompañan a lo largo de la vida:
Delphinus no creó sus programas educativos como una tendencia; forman parte de su ADN desde hace décadas. Tan solo a través de su Programa de Educación Ambiental, han recibido entre 14,000 y 18,000 estudiantes cada año, quienes aprenden sobre océanos, contaminación marina, especies protegidas y responsabilidad ambiental.
Los talleres, charlas, actividades interactivas y recorridos están diseñados por especialistas que transforman cada aprendizaje en una experiencia memorable y útil.
Dentro de los hábitats, los niños aprenden sobre:
Es un conocimiento que no se limita a “ver un animal”: se trata de comprender su mundo y cómo podemos cuidarlo.
Hablar de educación marina sin bienestar animal no tendría sentido. Por eso Delphinus opera bajo uno de los programas de bienestar más completos de México y América Latina, garantizando instalaciones adecuadas, atención veterinaria constante, entrenamiento con refuerzo positivo y entornos seguros para los delfines.
Para los niños, esto significa que aprenden en un lugar confiable, certificado y ético, donde cada acción está pensada en el bienestar de los animales.
Es también la forma más real y respetuosa de enseñarles cómo debe verse el trato responsable hacia la fauna marina.
Delphinus desarrolló experiencias diseñadas especialmente para que los más pequeños vivan algo inolvidable, pero también verdaderamente educativo. Entre estas, dos programas destacan como los favoritos de las familias:
Ideal para niños y familias que buscan una primera interacción tranquila, segura y cercana.
Harmony es un encuentro pensado para introducir a los niños al mundo de los delfines con calma, profundidad emocional y un ambiente controlado. No se centra en trucos ni en espectáculo; aquí la clave es la conexión, el entendimiento y la empatía.
Durante la actividad, los pequeños:
Es una experiencia que combina ternura, aprendizaje y responsabilidad, ideal para formar desde temprana edad el respeto hacia la vida marina.
Para los niños curiosos, amantes de los animales o con interés en la biología marina, este nado es una experiencia inmersiva donde se convierten en cuidadores por un día.
En esta actividad:
Es una vivencia transformadora, perfecta para despertar vocaciones, preguntas y nuevas pasiones relacionadas con la ciencia y la conservación.
Además de las experiencias en hábitats, Delphinus impulsa programas que involucran a niños, familias y comunidades en el cuidado del entorno:
Los pequeños participan junto a especialistas, voluntarios y familias para limpiar costas y manglares, aprendiendo de primera mano el impacto de los residuos en los ecosistemas.
A través de charlas y talleres, los niños descubren cómo proteger el océano desde casa y por qué el mar depende de nuestras decisiones cotidianas.
Las experiencias vividas en Delphinus no se quedan en una foto o en una visita. Se quedan en el corazón de los niños que descubren por primera vez un océano lleno de vida, misterio y responsabilidad.
Cuando un niño aprende a cuidar el mar, el futuro cambia.
Y Delphinus lleva años asegurándose de que así sea.